jueves, 7 de febrero de 2013

Una tarde en la Árida Montaña


PITÓN DERECHO Resultó que el viaje para ver a El Pana, Morante y Talavante, no fue una excursión a la Montaña Mágica donde el imperturbable y consistente José Tomás rifa desde la cúspide, tampoco a la Montaña de Warner, ni a la de Thomas Mann, sino a la de Músorgsky. Los diestros se anduvieron por los rumbos áridos y no por los senderos donde florecen verónicas y faroles, óles y aplausos. ¡Qué desencanto!

PITÓN IZQUIERDO El Pana con su primero estuvo obligado a desbordarse hacia el callejón. Se repuso el diestro y quitó bien. Con la muleta recordamos un cambiado en tablas seguido de un desdén. Derechazos retirados y un aficionado gritó: ¨Estás toreando muy ceñido, Pana¨ Hay lugar para la ironía del aficionado; pero la razón está del lado de El Pana.

PITÓN DERECHO El Pana no es un doncel. Precisamente ayer, día 2 de febrero, cumpliría 63 años. Ha gastado sus reflejos en infinidad de lances y lleva el resabio de varias cornadas, dentro y fuera del ruedo. Torea retirado; con la falta de elasticidad para salirse de los hachazos tiene que torear dentro del espacio que crea, alargando los brazos.

PITÓN IZQUIERDO Atendiendo lo anterior, para disfrutar del toreo del tlaxcalteca no debemos reparar en lo crispado de su cuerpo sexagenario, sino esperar la hermosa lentitud del engaño y la forma impresionante con que lleva templados los cuernos. Óle. Es difícil apreciarlo; los aficionados estamos ¨educados¨ para ver simultáneamente al torero, al engaño y al toro. Ver la armonía de ese triple ensamble es por lo que vamos a la corrida. Se frustra el encanto si uno del trío falla, porque frustra el lance.

PITÓN DERECHO Por lo tanto es una tarea de cuidado paladear lo que hace El Pana. Tenemos que enfocarnos a ver el engaño y la embestida, ambos elementos convocados por su cuerpo ya sin goznes juveniles. Esta tarde, la última en Guadalajara, sus toros salieron quedados y Las Golondrinas fueron dolientes tanto más cuando las acompañaron en su vuelo de despedida los abucheos de un público implacable que no le perdonó la fala de permiso para que un peón saliera a recibir los aplausos, por una actuación notable.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Regaló el 7º que salió noble y débil. Resarce la omisión y brinda al peón relegado. Otra vez Las Golondrinas, cada vez más tristes. Un vitolina y derechas con trinchera, 10. Pincha. Por poco se le va vivo lo que hubiera sido más de su estilo, pero quedó en un aviso.

PITÓN DERECHO Morante, la otra esperanza de la tarde tampoco cristalizó. A él le faltó más que a cualquiera de sus alternantes, el toro a modo. ¡Cómo estarían las cosas que, en su segundo cuando manejaba la muleta insulsa, un grito sugirió la solución: ¨Ayúdale, Pana¨!




PITÓN IZQUIERDO Talavante fue el mejor librado. Es un privilegio verlo; es un improvisador consistente, lo que lo convierte en Rara Avis en este grupo de escaladores de la Montaña Mágica. De ellos, sólo José Tomás es previsible: torea bien una tarde sí y otra también. Los demás se aparecen como milagros. En esta tarde Talavante, miembro del grupo escalador también mostró su consistencia pero por el ritmo de su lote y su estoque impreciso, no trascendió.

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