viernes, 28 de diciembre de 2012

VEINTE TOROS DE MARTÍNEZ




PITON DERECHO Es el nombre de la obra de Luis Fernández Salcedo, bisnieto de Vicente Martínez. Su lectura es amena por la variedad de experiencias que ofrece y la espontaneidad en los diálogos, tan sabrosos y provechosos. Relata los avatares de la sangre de los Martínez, en 20 pupilos toreados con y sin éxito por las figuras de la época. Los 20 fueron lidiados desde 1911 hasta 1933. Por ese acotamiento de fechas, no se narra la lidia de Clavelito, el 26 de julio de 1934, cuando en Barcelona, Armillita hizo la Faena incomparable en una fecha que los poncianistas y los carpetovetónicos, celebran o ignoran, según sea el caso.

PITÓN IZQUIERDO Se encerraría Joselito con seis de Martínez y visita la dehesa para inspeccionar los toros. Aquí se ve, según se relata, el peso que tenía el ganadero porque era él y no la figura ni sus adláteres, quien decidía cómo integrar el encierro. Y pese a las reticencias de Joselito se impuso mayoritariamente el ganadero, aunque si hubo espacio para sustituir alguno de los objetados por el de Gelvez, para la encerrona en Madrid el 3 de julio de 1911.

PITON DERECHO Aunque serían seis los toros de Martínez, lidiados por Gallito en esa fecha, para fines del libro, sólo cuenta uno, ¨Presumido¨. Joselito había objetado dos berrendos porque quería sólo negros, y ¡se impuso el ganadero! Pero a la hora de lidiarlos a ambos les hizo buenas faenas y  cortó una oreja al nombrado Presumido. Un séptimo toro, que Joselito agregó pesar de la opinión del ganadero, el nombrado Mulato, resultó el único manso de la tarde.

PITÓN IZQUIERDO Relata Luis Fernández Salcedo que también el otro berrendo, Nevadito, debió ser desorejado ya que fue toreado con el sello de la casa. Esto es, los dos berrendos que Joselito había aceptado a regañadientes, fueron los que mejor oportunidad le dieron para realizar su estética. En cambio el que  escogió libremente no se prestó al juego esperado.

PITON DERECHO Resulta interesante cotejar esas dos decisiones de Joselito con lo que señala Francisco Montes, ¨Paquiro¨ en su tauromaquia, escrita cuando menos medio siglo antes. Ahí el chiclanero dice que la pinta del toro tiene poco o nada que ver con su desempeño. Pero Joselito se opone a que se lidien los berrendos, aunque Martínez se impone y salen los dos.

PITÓN IZQUIERDO También Paquiro al definir el trapío dice que el toro lo tiene cuando, entre otras características, luce cuernos cortos, fuertes y negros, mas Joselito quiere bajar a uno del encierro precisamente por la cornicortedad.

PITON DERECHO En la misma crónica nos enteramos que Joselito sabía cumplir con su papel de Director de Lidia, responsabilidad que pocos actualmente asumen. Díganlo si no, los frecuentes ¨herraderos¨ que se organizan cuando algún incidente convoca a todos a la arena. Los capotazos, las carreritas, los gritos, las espantadas y algunas veces las cornadas, se producen por falta de una dirección  de lidia,  que le corresponde al que ostente la alternativa más antigua.

PITÓN IZQUIERDO Hay también un hermoso episodio de generosidad,  de compañerismo entre la Figura y uno de sus banderilleros. Joselito pone un par del que sale comprometido y luego invita a su subalterno Blanquet, quien le hizo el quite, a que pusiera un par mientras que Joselito en el papel de peón se mantiene atento para, si es necesario, corresponder al desahogo con tanta oportunidad recibido.

PITON DERECHO Esta narración tiene uno de sus momentos más sorprendentes cuando se hace referencia que en los siete toros Joselito hizo veintiséis quites diferentes. Debió ser un espectáculo estupendo, vedado a partir del 29 cuando aparecieron los petos. ¿Veintiséis quites diferentes? El aficionado del Siglo XXI no puede imaginar.  

RECORTE FINAL ¿Y si puede uno imaginar a una Figura de la actualidad a la que no se le permitiera escoger sus toros?  

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