martes, 10 de noviembre de 2009

EL ENCARGO DE LAS VEGAS


PITÓN DERECHO No pudo ser. La metrópoli del pecado en su versión irresistible, no pudo, de momento, encargarse de la recuperación de afligida fiesta de taurina. Su temporada se sebó. Los sajones de Las Vegas (Por cierto era mexicano su promotor) no pudo tener como entenada a la fiesta de fiestas del mundo taurino. Regresó el encargo o no lo aceptó. Creímos por momentos que los anglos pudieran hacernos el paro. Y hasta quisimos champearles el favor que les hicimos hace 80 años durante la ley seca del 29 al 33, en la frontera norte.
PITÓN DERECHO En el norte mexicano mantuvimos los abrevaderos para que atendieran su polidipsia etílica. Cerveza, vino, tequila, mezcal, sotol, bacanora, licores fermentados o destilados en todo tipo de alambiques, con todos los grados de alcohol y adulteración. Éstos y otros menjurjes les mantuvieron las gargantas húmedas mientras se levantaba, por incumplimiento masivo, la prohibición de fabricar bebidas alcohólicas en los lares anglos. Se los ofrecimos en copas, jarros, tarros, caballitos, cañas, jícaras y guares. Les hicimos el paro.
PITÓN DERECHO Mientras tanto BUSA en Tijuana sigue con éxito mesurado la idea de mantener la fiesta en niveles de estabilidad, como dicen en los quirófanos. No creo que esperan revivirla, tal vez se conformen con mantenerla desfallecida, pero estable. Hasta que algún aire del sur nos beneficie. Ya vimos que los aires norteños no pueden. Para seguir con la camada de Eolo, si el viento Bóreas no pudo traer el oxígeno recuperador, al vez lo haga Noto.
PITÓN DERECHO Enrique Ponce, Chávez y El Payo nos dieron una tarde muy aceptable. Para empezar, la verbena previa tuvo los adornos que todas debieran tener: mujeres, vino, caciques, aficionados, fritangas, vendedores, reencuentro de amistades casi olvidadas, hasta el Bichi Gringo me reconoció. La felicidad incomparable de sentirse uno en su ambiente tercermundista. Auque no deja uno de reconocer que hay adelantos que, de veras, son muy bienvenidos. Por ejemplo, eso de comprar por internet.
PITÓN DERECHO La corrida fue de nuestro agrado. En el primer tercio algo nos llamó la atención con gusto. Ya hace tiempo que el pasito atrás, tan pinturero, no aparece más. Enhorabuena. No sé qué ha pasado, pero el caso es que no hemos sido molestado, desde hace algún tiempo, por los ágiles brinquitos en reversa ¿Estaremos llenándonos los ojos con la recuperación de la verónica? Santa Verónica lo permita.
PITÓN DERECHO Ortiz Blasco señala 115 colores para los ternos de los toreros. El terno de Ponce parece estar entre los que el enciclopédico nombra como Miércoles de Ceniza y Penitente. Por mi parte lo vi vestido de pizarra y oro. Semeja una iglesia de Brujas, en Bélgica. Hermoso terno. Ponce es un portento de calma, sapiencia, elegancia, parece meditar durante el pase. Belleza en sus muñecas lentas. Generosidad para regalar un toro. Él, una figura que no necesita congraciarse con sobornos, en su caso es un arrebato para no quedar debiendo. Su falla en el estoque le privó de un rabo. En sus toros nos regaló con algunos pases en línea, sin cruzarse. A su segundo llamado Morro le faltó, cuando menos, un cumpleaños.
PITÓN IZQUIERDO, POR FIN Todo el encierro fue de debilidad pero con buen estilo. Las verónicas de El Payo, sin pasito atrás, con amplitud de tela, acompañando con la cintura fueron de magia. En la faena de uno de su lote, nos quedó la impresión que el toro lo obligaba a rematar porque el torero no lo dejaba, después del pase, en terrenos de ligazón. Las chicuelinas de Chávez fueron de magistrales. Juan Chávez y El Payo se inmiscuyeron en sus quites. No pasó a mayores. Ambos manejan la mano izquierda con primor.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Mientras tanto Calafia se acicala para volver por sus fueros. Tendremos una próxima corrida Sangre nueva. Tradición centenaria, ganas insoportables por ocupar nuestra localidad. Otra vez reviviendo el rito y disfrutando los misterios de la corrida. El emergente Chihuahua ha puesto el sello de la casa en los trincherazos. Le salen de película..Sólo que no siempre los administra cuando se necesitan y las más de las veces les resta pases a sus toros.
PITÓN IZQUIERDO Ojalá no pidan que se levanten del asiento los sobrevivientes de la primer corrida. Algunos pasaríamos desapercibidos. Sería mejor que nos pidieran ponernos de pié y ondear los pañuelos blancos.

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